Hábitos con propósito

Lo que no se mueve se estanca

¿Por qué necesitamos movernos? Desde tiempos ancestrales, el movimiento ha sido clave para sobrevivir: cazar, explorar, evolucionar, mejorar. Esa herencia sigue activa en nuestras células. Por ejemplo, al amanecer nuestro cuerpo produce cortisol, la hormona que nos activa, para movernos, relacionarnos, desarrollar el día. “Cuanto menos te mueves, menos ganas tienes.” Esta frase encierra una gran verdad.  El  equipo cuerpo su objetivo es ahorrar energía, lo que no  usa se estanca, se atrofia, envejece. Sedentarismo, es perder el hábito del movimiento,  una forma de desconexión con nuestro estado natural, cuerpo, nuestra mente, energía y calidad de vida.  La buena noticia que es recuperable, empezando por tomar conciencia. Mover el cuerpo sana, regenera, rejuvenece. Nuestro cuerpo está diseñado para moverse, desde los primeros pasos de un bebé hasta actividades más dinámicas de la edad adulta. El movimiento es mucho más que salud física, es vitalidad, es desarrollar proyectos, colabora en nuestro bienestar integral. PARA REFLEXIONAR Si el sedentarismo se ha instalado en tu vida,  te lanzo estas preguntas: ¿Qué crees que te está impidiendo priorizar tu bienestar físico? Si no haces cambios, ¿cómo te imaginas en 5 años? ¿Qué beneficios crees que tendría para tu vida hacer ejercicio de manera regular? ¿Qué pasa en el cuerpo cuando no nos movemos? Músculos y huesos: Perdemos fuerza muscular y densidad ósea, aumentando el riesgo de lesiones y enfermedades como la osteoporosis. Circulación: El corazón se vuelve menos eficiente al bombear sangre, y el riesgo de enfermedades cardiovasculares aumenta. Metabolismo: más lento, lo que favorece  acumulación de grasa y mayor riesgo de diabetes. ¿Y en el cerebro? Pesadez mental: se reduce la circulación sanguínea, lo que afecta el suministro de nutrientes al cerebro. Esto puede provocar fatiga mental, dificultad para concentrarse y falta de creatividad. Mayor estrés: se liberan menos hormonas como  serotonina y  endorfinas, que son claves para sentirnos bien y combatir la ansiedad. Deterioro cognitivo: Estudios demuestran que la inactividad física está relacionada con un mayor riesgo de demencia y pérdida de memoria en la edad adulta. ¿Y la vitalidad? Nos sentimos más cansados porque nuestras mitocondrias (las centrales de energía en la célula) están menos activas. El cuerpo acumula inflamación, que está vinculada al envejecimiento y  enfermedades crónicas. Nos desconectamos de nuestro cuerpo y del motor vital . Al moverte te sientes más capaz, presente y vital para afrontar el día. Objetivo que el movimiento forme parte de tu estilo de vida y te apoye para desarrollar eso que da sentido a tu vida. ¿Cómo puedes empezar a moverte más? Si llevas una vida sedentaria, ¡no te preocupes! Es posible cambiar con pequeños pasos: Haz una pausa activa: Dedica 5 minutos a caminar, estirarte o bailar en casa. Busca algo que disfrutes: bailar, nadar o simplemente caminar al aire libre. Fija metas pequeñas: Por ejemplo, caminar 10 minutos al día e ir aumentando gradualmente. Crea una rutina:  Incluye el movimiento en tu día a día, como dejar el ascensor y subir escaleras, aparcar el coche o bajarte del autobús unas paradas antes o hacer ejercicios en casa. Integra pequeños movimientos que sumen bienestar, sin que te tome mucho tiempo. ¿Qué actividad pequeña podrías incluir hoy que te acerque a moverte más? ¿Cómo podrías organizar tu día para dedicar solo 10 minutos al movimiento? Algunos ejemplos para incorporar a diario Mientras se prepara el café, comida.. Sentadillas suaves (10-15) Apoyando las manos en la encimera, haces flexiones (8-12) Marcha en el lugar (2 minutos): Levanta las rodillas mientras caminas en el mismo sitio.  Baila‌ si es con musica mejor Mientras esperas cola, autobús, cajero Elevación de talones : Ponte de puntillas y baja lentamente. Fortalece los músculos de las pantorrillas y mejora la circulación. Movimientos de muñeca y tobillos : Gira las muñecas y tobillos en ambas direcciones para liberar tensiones y mejorar la movilidad. Durante una llamada o videollamada Desplantes estáticos: Adelanta una pierna, baja en forma de “zancada” y vuelve a subir. Alterna piernas. Camina dando pasos altos. Balanceos de pierna: Mantente de pie y balancea una pierna hacia adelante y atrás. Mientras ves televisión o escuchas un podcast Plancha en el suelo (20-30 segundos): Coloca los antebrazos en el suelo y mantén el cuerpo recto. Activa el abdomen y fortalece todo el core. Puente de glúteos (10-15 repeticiones): Acuéstate en el suelo, flexiona las rodillas y eleva la pelvis. Es ideal para fortalecer la zona lumbar y los glúteos. Rotaciones de tronco (1 minuto): Sentado o de pie, gira el torso lentamente de lado a lado para liberar la espalda. Si llevas sentado una hora  Estiramiento de cuello y hombros (30 segundos por lado) Movilización de columna (1 minuto) de los hombros, estirar los brazos Mini sentadillas o “sit to stand” (10-12 repeticiones): Levántate y siéntate de tu silla varias veces sin usar las manos. Otra opción igual pero sin silla  Caminar (3-5 minutos): Levántate y da una vuelta por la casa o la oficina. ¡Ponte en acción hoy! TRES PASOS  1) Comprométete contigo a hacerlo, dandote motivo y un para que. 2) Planifica: los movimientos y momentos que decidas ir incorporando, anótalos en tu cuaderno, agenda o calendario. 3) Al principio ponte una alarma que te avise, hasta que se conviertan en tu hábito. (Hábito cuando deja de ser un plan mental y tu cuerpo se encarga de hacerlo)  «Cuando caminas, no solo mueves tus pies, sino también tus pensamientos.»– Henry David Thoreau Movimiento Salud ConscienteAurora Marín

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El cerebro un pilar para tu salud integral

El cerebro un pilar para tu salud El cerebro está en comunicación con el cuerpo y el corazón y viceversa. Cuidar de el no solo es esencial para nuestra capacidad de pensar, sentir y actuar, sino también para garantizar una vida plena, equilibrada y saludable. Cada decisión que tomas, determina tu nivel de bienestar a nivel neurológico, emocional y físico. Aquí te propongo 8 recomendaciones que integran ciencia, bienestar y hábitos cotidianos, para optimizar la salud. Estas propuestas no solo promueven la longevidad y la prevención de enfermedades neurodegenerativas, sino que también fomentan el crecimiento personal, la creatividad y la alegría de vivir. Desde una alimentación consciente hasta el poder transformador del movimiento, la conexión humana, el sueño reparador y el manejo del estrés, cada hábito representa un paso hacia una vida más plena. Además, del valor de la respiración, la risa y el aprendizaje constante como fuentes inagotables de energía y renovación. Acompáñame a descubrir estas claves, que puedes aplicar en tu vida diaria,para construir una base sólida de salud y bienestar. Recomendaciones   Nutrir al cerebro, le encantan las verduras y frutas frescas, frutos secos naturales, alimentos fermentados, que diversifican tu microbiota y mejoran tu inmunidad, pescado (omega 3), y agua. Al Cerebro le hace feliz. Actividad física: mover el cuerpo, estar activo a lo largo de día, y añade a esto el ejercicio físico (caminar rápido, gimnasia, fuerza…) y bailar. Cuando mueves tu cuerpo se producen hormonas de la felicidad llamadas endorfina, crea nuevas conexiones cerebrales (neuroplasticdad), mejora el pensamiento creativo, cuida tu memoria, y favorece la neurogénesis (nuevas neuronas). Sueño saludable: mientras duermes se incrementa el espacio entre las neuronas que permite la limpieza del sistema nervioso por medio de las células gliales (sistema glinfático). Dormir a gusto es necesario para mejorar la inmunidad y la memoria, asentar las experiencias de lo vivido en el día, y previene de enfermedades neurodegenerativas. Manejar el estrés: el estrés pone al sistema nerviosos en situación de peligro, huida, esto produce cortisol, que si sucede de forma frecuente nos lleva a un estrés crónico. Está demostrado que el 90% de lo que nos preocupa no llega a suceder. Si la realidad no la puedes cambiar, si puedes cambiar la forma de pensar la realidad, por tanto, de sentir, y esto cambia tu actitud ante lo que vives. Más recomendaciones Respiración consciente dedica algún instante del dia a observar tu respiración, mejor un minuto que nada, observa por ejemplo como entra y sale el aire por tu nariz, Esto refresca tu mente y aporta calma a tu corazón. Aprende cosas nuevas que te apetezcan, puede ser un idioma, música, montar en bici, viajar, conocer gente, lugares nuevos, caminar por calles que no sueles ir, o llevar a cabo ese proyecto que te apasiona. Un reto: hacer eso que tienes pendiente, por ejemplo, dejar de comerte las uñas, dejar de fumar, dejar de comer dulces, escribir un libro, hablar en público, o lo que para ti ahora sea un reto.Para ello puedes elaborar una estrategia, empezando por preguntarte ¿cómo te sentirías si lo consigues? y ¿qué es lo que te lo impide? y si las ganas de conseguirlo son mayores que la que te lo impiden, empieza tu estrategia poniéndotelo fácil con la ayuda de microhábitos. Amar y Crear vínculos con otras personas que sean constructivas, que te aporten alegría, que aprendas de ellos, que te apoyen, que disfrutes (endorfina). Y una más que es imperdible sonríe, dale ritmo a tu cuerpo al son de la vida. Te puedes jubilar de lo que ya no te hace feliz, pero nunca te jubiles de vivir.

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¿Cómo me siento? ¿Cómo te sientes?

En estos tiempos de sobreabundancia de información, saturación de demanda en hacer más en menos tiempo, con todas las comodidades básicas, como agua del grifo, lavadora, comida a la vuelta de la esquina, y muchos inventos para hacer más en menos , resulta que hay menos tiempo “para no hacer nada”, algo tan saludable como dar un paseo por la naturaleza y pisar la tierra descalzo, o pararte a preguntarte ¿Cómo me siento?, o a quien tienes a tu lado ¿Cómo te sientes?… Esto también es salud, además de cuidar la alimentación consumiendo alimentos frescos y de temporada, a ser posible de un huerto cercano e ir caminando o en bicicleta a recogerlos, que nos aporta tono muscular ¿Por qué no ocuparnos de entrenar nuestro “tono emocional”?  De vez en cuando vendría bien preguntarse ¿cómo me siento?, o preguntar al otro ¿cómo te sientes?, puede suceder que ni sepas que responder, pero solo con poner la intención en responder la pregunta, y la atención en observar las sensaciones de tu cuerpo, en estómago, pecho, garganta, llevar las manos a esas zonas del cuerpo, hacerte consciente, esto sana y si además te das el momento y espacio de confianza para liberar posibles bloqueos mejor. Soltar, mover el cuerpo, incluso si necesitas gritar, escribir, dibujar, poner música, bailar, o si esás con otra persona ofrecerle tu escucha con actitud presente. Es una gran oportunidad, la de ir desarrollando la capacidad de crecer y aprender del dolor y la alegría, de expresar y compartir, aprendiendo de los errores incluso con humor, esta es una cualidad humana inmensa, que se conoce como resiliencia “La resiliencia más que resistir, es aprender a vivir” B. Cyrulnik Así salimos de la supervivencia grabada en nuestro subconsciente, y que incluso el dolor nos sirva de combustible para avanzar, y esta capacidad es contagiosa. Cuando estamos con otros como espejos nos contagiamos para bien y para mal. Construyendo una red afectiva con nosotros y el mundo, esto fortalece nuestro sistema inmunológico. Se dice que le dolor es parecido a la creación de la perla dentro de una ostra. Cuando un granito de arena entra en su interior y la agrede, la ostra segrega nácar para defenderse, como resultado crea una joya brillante y preciosa, una perla. En estos tiempos de sobreabundancia de información, saturación de demanda en hacer más en menos tiempo, con todas las comodidades básicas, como agua del grifo, lavadora, comida a la vuelta de la esquina, y muchos inventos para hacer más en menos, resulta que hay tiempo «para no hacer nada», algo tan saludable como dar un paseo por la naturaleza y pisar la tierra descalzo, o pararte a prguntarte ¿Cómo me siento?, o a quien tienes a tu lado ¿Cómo te sientes?  Esto también es salud, además de cuidar la alimentación consumiendo alimentos frescos y de temporada, a ser posible un huerto cercano e ir caminando o en bicicleta a recogerlos, que nos aporta un tono muscular ¿Por qué no ocuparnos de entrenar nuestro «tono emocional»? Es una gran oportunidad, la de ir desarrollando la capacidad de crecer y aprender del dolor y la alegría, de expresar y compartir, aprendiendo de los errores incluso con humor, esta es una cualidad humana inmensa, que se conoce como resiliencia. “La resiliencia más que resistir, es aprender a vivir” B. Cyrulnik Así salimos de la supervivencia grabada en nuestro subconsciente, y que incluso el dolor nos sirva de combustible para avanzar, y esta capacidad es contagiosa. Cuando estamos con otros como espejos nos contagiamos para bien y para mal. Construyendo un a red afectiva con nosotros y el mundo, esto fortalece nuestro sistema inmunológico. Se dice que le dolor es parecido a la creación de la perla dentro de una ostra. Cuando un granito de arena entra en su interior y la agrede, la ostra segrega nácar para defenderse, como resultado crear un ajoya brillante y preciosa una perla.  A veces es tan fácil como encontrar un momento de “cómo me siento”.Te invito a la siguiente práctica: Deja por unos instantes lo que estés haciendo y ponte cómoda/o. Observa la postura de tu cuerpo donde estás sentada/o, observa el movimiento de la respiración. Observa mínimo un minuto tus pensamientos, sentimientos, sensaciones corporales. Y te preguntas ¿Cómo me siento? …. puede que aparezcan palabras, o solo sensaciones… Reconoce lo que sientes Vuelve de nuevo a observar la respiración. Después si lo necesitas escribes, mueves el cuerpo, o un instante de silencio. Y regresas a lo que estabas haciendo. Navega por el universo de las emociones, y si necesitas que otro te escuche que sea con alguien constructivo y nutritivo. Así que te animo a que incorpores este hábito en tu vida el preguntarte ¿cómo te sientes? o al otro ¿cómo se siente?, Recuperar la medicina de escuchar, agradecer, sonreír, compartir, expresar, ayuda a mejorar la relación contigo y con el mundo. “Lo que haces hoy, puede mejorar tu mañana” Pararse a sentir, escuchar… como te sientes. Gracias por leermeMovimiento Salud ConscienteAurora B. Marín

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